Los cinco sentidos

Que empiece el juego, pero antes te cuento algo para que sepas como y cuando emplear tus encantos.

LA VISTA: El primero que llega a nosotros, cuando conocemos a alguien, ya sea a través de una plataforma o en persona. Nos fijamos en detalles como el pelo, los ojos, la nariz, forma física, tatuajes, piercings, etc.

Se podría decir que es el más racional, pero en el fondo ¿quién no se ha visto atraído por esa persona con apariencia contradictoria a lo que imagina? No solo influye la imagen inicial, también es importante la forma de mirar, como sonríe o se mueve. Todo es importante a la hora de seducir y, de esa forma, hacer que el resto de los sentidos entren en acción.

El OLOR: El aroma corporal es algo que detectamos mucho antes de percatarnos, pues en las distancias largas ya reconocemos esas feromonas que nos revolucionan. Son partículas imposibles de detectar, pero que penetran en nuestras fosas nasales, estimulando nuestro organismo. Si a este, se le suma un aroma agradable, nos vemos arrastrados a activar otros sentidos.

EL SONIDO: No solo el entorno es importante, para hacer que nuestro cuerpo esté más predispuesto a la seducción, el tono y volumen de la voz son factores que provocarán esa respuesta, que nos acercará o alejará más a esa persona.

EL TACTO: No todos podemos acceder a uno de los más privados y defendidos, esos que invaden nuestro espacio vital y atraviesan muros de seguridad. Cuando los estímulos anteriores fallan, este será rechazado, incluso antes del contacto, mientras que, de ser aceptado, puede resultar agradable o altamente electrificante. ¿Has experimentado algún tipo de corriente, desplazándose por las venas de tu cuerpo, al tomar contacto con la piel de alguien? Si esto sucede no podrás evitar desear experimentar el último de los pasos, para seducir o ser seducido.

EL GUSTO: Aquí pasa algo similar al olfato. Por un lado está ese sabor detectable que nos gusta o no, y puede ser dulce, salado, amargo o ácido. Este sí podemos controlarlo, dependiendo de lo que acabemos de tomar. Sin embargo, existe otro que puede ser el detonante de un cóctel perfecto, me refiero al Umami, ese sabor definido como carnoso, sabroso y profundo, que nos enamora al instante y proviene de las glándulas salivales.

¿Qué sucede cuando se conectan de manera positiva todos estos factores? Fácil, nos toca tomar una decisión. Quemarse o salir corriendo. Lástima que muchos tomen la segunda opción, porque la conexión y posterior diversión están aseguradas de forma atemporal.

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios

Crea tu propia página web con Webador